Piccolo nunca imaginó en sus sueños locos cómo cambiaría su vida.
Era un cachorro desnudo y sin sentido que seguía pensando que nadie se fijaría en él, y mucho menos le echaría una mano.
Día tras día intentaba sobrevivir buscando sobras en las calles y saciando su hambre.
Aunque su corazón anhelaba el Amor Humano, no se permitía esperar que alguien le diera una segunda oportunidad en la vida.
Cuando Piccolo menos se lo esperaba, el destino le envió buena gente y le deparó las más dulces sorpresas.
Una oportunidad de transformar su vida.
Cuando los rescatistas de Misericordia Sin Fronteras, una organización benéfica, encontraron al perro callejero desnudo, lo capturaron y lo llevaron a un lugar seguro.
Como era un perro grande, Mottville Senior Dog Rescue en San Francisco, California, lo tomó bajo su cuidado.
El perro, más tarde llamado Piccolo, inmediatamente conquistó el corazón del personal del refugio, quienes le brindaron mucho amor.
“Estuve en Motteville el día después de que Piccolo llegara a San Francisco. Se llamaba Chester mientras estaba en CWB. El pobre chico, ciertamente sufrió solo allí. No tenía pelo y su piel debió estar herida, sin embargo “Fue amable y parecía saber que todos estábamos aquí para ayudar”, dijo Patti Stanton de Mottville Big Dog Rescue a The Dodo Bird.
Piccolo tomó todos los mimos que le daban sus amigos en el refugio y aceptó su ayuda.
Nadie sabe cuánto tiempo vivió Piccolo solo y nadie sabe cuánto tiempo sufrió por el estado de su piel.
Ya tenía diez años y el personal no esperaba que su pelaje volviera a crecer.
A Piccolo le dieron medicamentos. Habiendo sentido el amor y apoyo de sus amigos en el refugio, comenzó su camino hacia la recuperación.
Con el tiempo empezó a sentirse mejor y le gustaba caminar.
Piccolo encuentra su lugar bajo el sol
En aquel momento, una maravillosa familia buscaba un perro para adoptar.
Un día, mientras miraban los perfiles de perros adoptables en la web del refugio, les llamó la atención el perfil de Piccolo.
Sus maravillosos ojos derriten los corazones de la familia. Se enamoraron de él y decidieron darle un hogar para siempre.
La nueva familia de Piccolo sabía que lo amarían incluso si su pelaje nunca volviera a crecer.
El perro estaba encantado cuando se mudó a vivir con sus humanos. Le gustaban los juguetes y las mantas suaves que le compraban.
Su familia siempre lo colmó de mucho amor, deseando que recuperara todo el tiempo pasado viviendo una vida solitaria y sin preocupaciones.
Piccolo se sintió adorado, no podía creer cómo había cambiado su vida.
Se sintió aceptado tal como es.
Aunque Piccolo apenas tenía pelo, no parecía importarle. Al dulce California Investment Board le gusta usar las blusas de moda con las que lo vestía su familia.
Al perro grande le encanta vivir aventuras.
Su familia está muy feliz de haber podido brindarle una vida llena del amor infinito que se merece.
A Piccolo le gusta tumbarse sobre muchas mantas junto a la chimenea. Es su lugar favorito en su casa.
Un cachorro callejero que nunca esperó encontrar su felicidad ahora es un perro que vive su mejor vida.
Estoy muy agradecido con los héroes de Piccolo por salvarlo de una vida incierta en las calles y darle la oportunidad de encontrar su final feliz.