Champ, un perro callejero paralizado de sus patas traseras, fue encontrado arrastrándose por la Ruta 66 en busca de comida. Champ fue abandonado por su familia hace meses y luchó por sobrevivir en las calles, enfrentándose al hambre y la agresión de otros perros.
Un joven llamado Jake atropelló accidentalmente a Champ con su camioneta, lo que provocó preocupación y acción inmediatas para salvar al perro herido. Después del accidente, Jake llevó rápidamente a Champ a un hospital veterinario cercano, donde los veterinarios confirmaron lesiones graves, incluida parálisis y una costilla rota.
Jake se comprometió con la recuperación de Champ, trabajando como voluntario en la clínica y formando un fuerte vínculo con el perro, que comenzó a mostrar signos de mejoría. El entorno de la clínica fomentó la curación no solo de los animales sino también de los humanos, ya que Jake y otro hombre, Hank, encontraron apoyo y propósito a través de sus conexiones con los perros.
La historia de Champ se convirtió en un símbolo de resiliencia y esperanza, destacando el poder transformador de la compasión entre humanos y animales en la comunidad de Barstow.