Sin embargo, la trama toma un giro inesperado cuando se revela que alguien ha manipulado a los insectos que estudian. Esta alteración desencadena una serie de eventos caóticos en el laboratorio, dejando a John y a su equipo en una situación crítica. “¿Qué demonios está pasando aquí?”, se pregunta John, reflejando la tensión y la confusión que se apodera del entorno de trabajo. La atmósfera se torna inquietante y se plantea la pregunta sobre las implicaciones de esta manipulación.