La noche inició con una energía contagiosa, donde Shakira no solo cantó, sino que también se conectó emocionalmente con sus seguidores, quienes disfrutaron cada momento del espectáculo. Con una producción técnica impresionante y un despliegue de luces y música, la artista demostró por qué su música ha resonado fuertemente en México a lo largo de los años.