Las imágenes iniciales muestran a un héroe que no busca la gloria, sino que se siente abrumado por el peso de las decisiones que debe tomar. “Nunca pedí ser un héroe”, declara, estableciendo un tono sombrío y reflexivo. Este comentario resuena con la premisa de la película, donde el destino de una nación no se decide solo por reyes o soldados, sino por aquellos dispuestos a cargar con su carga.