Desde su nacimiento, Harry ha estado bajo un intenso escrutinio público, especialmente después de la muerte de su madre, la princesa Diana. A lo largo de los años, su relación con los medios ha sido complicada, especialmente tras su decisión de alejarse de la realeza junto a su esposa, Meghan Markle. La pareja ha intentado mantener la privacidad de sus hijos, evitando el tradicional bautizo real y eligiendo cuidadosamente cuándo y cómo se presentan al público.